viernes, 19 de noviembre de 2010

Otro día para la Chinita

Procesión del Día de la Chinita, sacada de Venezuelatuya.com
Todos los 18 de noviembre se celebra en Maracaibo, estado Zulia, Venezuela el Día de La Chinita, virgen patrona de los zulianos, cuyo nombre de pila es Virgen de Chiquinquirá, este año 2010 no fue la excepción y se siguió con la tradición de su celebración.

En una fiesta acompañada con gaitas, comida y religión, los zulianos se reunieron desde la madrugada del 18 de noviembre frente a la casa de La Chinita, la Basílica. Algunos asisten para pagar promesas por milagros cumplidos, otros porque es una tradición de su familia desde muy pequeños, los medios de comunicación asisten para no perder detalle de este evento y nunca se escapan los turistas quienes asisten fascinados por este acto religioso.

Mirayda Gutierrez, ama de casa nacida en el Zulia aseguró “el Día de La Chinita es la fecha más importante en Maracaibo, la gente desde muy temprano se va a rezar y luego se hacen varias presentaciones de grupos de gaitas, algunos artistas de la televisión y todos celebramos el día de nuestra China”.


Un acto de fe

Es cierto que la fe mueve montañas y en estos tiempos donde algunos buscan algo o alguien en quién aferrarse, el aspecto religioso es el más común, la Virgen de Chiquinquirá es una de las imágenes religiosas de Venezuela en la que muchos creen y a la cual le atribuyen el cumplimiento de un favor.

El movimiento de personas que genera el Día de la Chinita es inmenso, haciendo que las mismas parezcan hormiguitas a lo largo de la Basílica, esto da paso al comienzo de la feria de la Chinita.

“Lo que es el Día de La Chinita y la bajada de la misma son uno de los actos de fe y religión más grandes que he visto en el país, la cantidad de gente que asiste, es grandísima, te deja loco”, opinó Pedro Trujillo, párroco de la Iglesia Santísima Trinidad.

Historia de La Chinita

Cuenta la historia que el 18 de noviembre de 1709, a lo largo del Lago de Maracaibo, se encontraba una tabla, la cual recogió una anciana que lavaba su ropa para tapar su vasija de agua, una vez en casa esta anciana se dio cuenta que la tabla empezaba a mancharse sin motivo alguno, en vista de esto decidió guardarla.
Con el pasar de los días la mancha se fue esclareciendo para permitir vislumbrar la imagen de la Virgen Chiquinquirá, la anciana salió se su casa gritando ¡Milagro! ¡Milagro!, todos los vecinos salieron de sus casas y al presenciar el hecho la llevaron a una iglesia, la cual es hoy en día su casa, la Basílica, a partir de ahí se transformó en la madre de los zulianos.

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